El auge de Atenas se debió al sometimiento de sus aliados en la Liga de Delfos, obligándolos a rendirle tributos. Este hecho provoca el esplendor Ateniense y de la arquitectura clásica.
Esparta por su parte, se nombra en contra de Atenas y mediante la ayuda de aliados se produce lo que se conoce como guerra del Peloponeso, la cual dura varios años y pone fin al auge ateniense.
Cae el comercio, la artesanía, Filipo (rey de Macedonia y padre de Alejandro Magno) aprovecha esta situación de debilidad generada por las guerras internas entre griegos y conquista Grecia. Tras la muerte de Filipo, comienza el imperio de Alejandro Magno (periodo helenístico).
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